Nos encontramos en todos los países de habla hispana, creemos en el Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Somos una obra netamente misionera.
Fundada por el Dr. Jaime Banks Puertas.
Nuestros Objetivo es: Predicar el evangelio a toda criatura; obedeciendo el mandato de nuestro
señor Jesucristo, a sus discípulos en Marcos 16:15-16.
Creemos que:
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La Biblia es la Palabra de Dios, inspirada por Él en su totalidad (2 Tim 3:16). Por lo tanto es
infalible, autoridad máxima y suficiente. La Biblia nos enseña cómo debemos actuar los cristianos y cuáles deben ser las pautas por las que se rige nuestra vida (Sal.119:11; Mat. 4:4).
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Dios es Trino (Padre, Hijo y Espíritu; Mat. 3:16-17). Uno y único. Eterno, Creador (Gén. 1:1).
Soberano Señor sobre todas las cosas visibles e invisibles (Sal. 103:19).
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Jesucristo es Dios (formando parte de la trinidad divina (Mat. 1:23); es Eterno (Jun. 1:1); concebido
por el Espíritu Santo (Luc. 1:35); nacido de una virgen, María (Luc. 1:27), vivió sin cometer ningún pecado (1 Jun 3:5); murió para que todos los hombres pudiesen tener una relación personal
con Dios; resucitó a los tres días de ser crucificado (Luc. 24), ascendió a los cielos (Luc. 24:50); y regresará de nuevo mostrando todo su poder y su gloria (Heb.
9:28).
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El Espíritu Santo es Dios, formando parte de la trinidad divina (Jun. 15:26); está presente y activo
en la iglesia (Jun 14:16-17); convence al mundo del pecado (Jun. 16:7-8); reparte dones en la iglesia (1 Cor. 12:11-18); cambia a los creyentes que se arrepienten y creen (Jun 3:7-8); y los
prepara para seguir los pasos de Jesucristo (Rom. 15:16; Hch 1:8).
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El hombre está alejado de Dios por causa del pecado. Para que vuelva a tener una relación perfecta
con Dios es necesario que reconozca el sacrificio que Jesucristo hizo por todos nosotros. Sin la ayuda de Dios el hombre permanecería esclavizado y atado por el pecado (Rom. 5:1-18).
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La muerte de Jesucristo en la cruz es el único y suficiente sacrificio mediante el cual todo ser
humano puede recibir el perdón de sus pecados. Basta con reconocer con fe que Cristo sufrió y murió ocupando el lugar de cada uno de nosotros (Heb 9:13-26).
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El hombre debe arrepentirse sinceramente delante de Dios, confesando sus pecados y abandonando de
forma voluntaria (Hch. 26:20) todos los actos que van en contra de la Palabra de Dios. La persona que reconoce el sacrificio de Jesucristo y se arrepiente, se convierte en un Hijo de Dios
(Jun. 1:12) siendo ante sus ojos libre de toda culpa.
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Todo aquel que crea con fe en el sacrificio de Jesucristo recibe la salvación de parte de Dios - El
Espíritu Santo da seguridad de salvación al creyente (Rom. 8:16), quien ha restablecido su relación con Dios y muestra con su vida la entrega total hacia Jesucristo.
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Todos los hijos de Dios resucitarán después de la muerte para disfrutar de la vida eterna al lado de
Dios; pero aquellas personas que le hayan rechazado resucitarán para recibir condenación eterna en el infierno, viviendo eternamente separados de Dios (1 Cor.15; 2 Tes. 1:9; Jun.
:36)
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La iglesia es el cuerpo de Cristo, y está compuesta por todos los cristianos verdaderos del
mundo (1 Cor. 12:12-13).